Hay textos que tocan la fibra... y que no se deben perder nunca...
Reproduzco aquí un
artículo de Carlos Sánchez Blas en RayoHerald en la previa del Rayo-Madrid de la temporada de los sueños... que no se pierda el artículo, como nunca se perderá el sentimiento.
Artículo de opinión -
Carlos Sánchez BlasNo quiero que ganes, lo que quiero es que no te mueras
Llega el Rayo Vallecano – Real Madrid. Sí, el Madrid. Un equipazo con un pedazo de entrenador. Casi inabordable en esta Liga que “vuela” hacia las vitrinas del Bernabéu. Ese Real Madrid que no visita Vallecas desde hace 8 años. Ese Madrid que respeta a los de Sandoval hasta límites insospechados. Mourinho vive por y para el fútbol, así que intuyo que conoce hasta la fecha de la Primera Comunión de Piti (¿la hizo?) o la marca de nacimiento que tiene Joel en su cuerpo (¿la tiene?).
Pero no me apetece mucho hablar de fútbol. Quizás porque ésta es la semana del año en la que más se habla del Rayo. Me agrada que la franja roja esté en los medios. Escucho, veo y leo a sus protagonistas a todas horas. Me gusta. Aunque a veces se transmita una realidad paralela a la “real”. No, no es un trabalenguas ni un galimatías. Los lectores de Rayo Herald saben de qué va la “vaina”. El club no vive instalado en “Los mundos de Yupi”, aunque a veces lo parezca. Ésa es la única verdad irrefutable.
He escrito muchas veces que el Rayo Vallecano es un milagro. Como lo es el hecho de que la franja se haya ubicado en la octava plaza, a 1 punto de Europa y a 2 de la Champions. Grandioso trabajo de Sandoval y de los muchachos, esa expresión que utiliza Simeone para referirse a sus “soldados”. Muy por encima de la realidad del club. Estratosférico. Espectacular. Mérito enorme para un colectivo que sólo está obligado a luchar por la permanencia.
Esta semana, la semana del Rayo – Real Madrid, he visto muchas imágenes. La de los rayistas mosqueados porque su Presidente se aleja de la realidad del hincha. La de cientos de parados que hicieron cola durante horas para conseguir su entrada a 5 “pavos”, y así poder disfrutar de este partido. Muchas, muchísimas imágenes. Pero por delante de todas ellas me impactó una que tuve la suerte de disfrutar ayer en la antena de la radio: la de “Su Majestad” Michel hablando de su hinchada con los ojos vidriosos, con toneladas de agradecimiento, de recuerdos, de emociones, de sentimientos.
Y es que lo más grande que tiene el Rayo Vallecano es su hinchada. Esa hinchada en la que incluyo a empleados “anónimos” del club. Aquellos que tragan “sapos y culebras” a diario en favor del colectivo. Ellos saben quiénes son, espero que el rayismo también se dé cuenta de que detrás del “yupi”, el “chachi” y el “pirulí” se esconde la gente que pertenece a la realidad verdadera. Esa, esa, la del milagro diario del “Rayito”.
Soy demasiado idealista, excesivamente romántico. Tanto que pienso que no es lo mismo una afición que una hinchada. Aficiones hay muchas, hinchadas muy pocas. La hinchada del Rayo Vallecano va a vibrar con este partido, como lo hará más adelante con las visitas a “Vallekanfield” del Barcelona y del Atlético de Madrid. Se lo merecen. Pero lo bonito de esta hinchada es que durante los últimos años no ha peleado tanto por la victoria como por la franja. Por todo lo que esconde ese sentimiento que nació hace casi un siglo.
“No quiero que ganes. Lo que quiero es que no te mueras. Lo que quiero es que no te maten”. Eso es lo que grita sin gritarlo la hinchada del Rayo Vallecano. Eso es lo que le dijo, le dice y le dirá a los que mandan en la Avenida de la Albufera. La misma hinchada que arroparía a su franja si tuviera que empezar el camino desde Regional Preferente. Las hinchadas jamás se “rajan”. Las hinchadas jamás se rinden. Su amor está muy por encima de las victorias.
Y de paso... que tampoco se pierda sentimiento rayista,
aquí queda otra opinión, en este caso, mía, publicada en el blog de un colega... la camiseta en cuestión lleva guardada desde el día del ascenso a 2ª... el domingo volverá al estadio.
Aupa rayo!!
Indy