Cuenca es una ciudad perfecta para pasar un fin de semana con los amigos... en medio día te das un paseo por la ribera del Huécar, cruzas el puente de San Pablo, con espectaculares vistas de las casas colgadas, continúas el recorrido por el casco antiguo alrededor de la catedral y a continuación... cañitas y tapas!!
El tapeo en Cuenca es excepcional, te pones morado con unas cuantas cañitas... pero hay que dejar hueco para comer, que la gastronomía conquense es digna de degustar. Morteruelo, zarajos, trucha servida de infinidad de maneras, ajo arriero, timbales de huevos, caza en todas sus formas posibles, todo ello regado con vinos de la tierra, para acabar rematando con alajú como postre y un chupito de resoli... no os levantareis de la mesa insatisfechos ;-)
Para más excursiones, Cuenca es un sitio óptimo para alojarse y visitar lugares con gran encanto como la ciudad encantada o el nacimiento del río cuervo.
Alojarse en Cuenca
En nuestra escapada, nos alojamos en el hotel Alfonso VIII. Tuvimos una suerte enorme al dar con el. Muy buen precio, habitaciones muy amplias y recién remodeladas, una terraza muy chula con unas vistas espectaculares de cuenca y lo más importante, en la mejor zona posible para visitar cuenca... y salir por la noche. ;-)
El hotel está en el parque de San Julián. De ahí al casco antiguo y casas colgadas es un paseo a pie, recomendable subir por la ribera del Huécar hacia el parador y cruzar el puente de San Pablo.
Para tapear y cenar de pinchos, el hotel está situado a unos 200 metros de la calle de San Francisco, donde tenemos bares de tapas para todos los gustos y para cuando cae la noche, la zona de copas conquense esta a un paseito a pie de no más de 5 minutos.
Un sitio totalmente recomendable para alojarse en una escapada a cuenca.
Cuenca es única... ¡¡y bien merece una escapada!!
Indy
Indy
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